Una vistosa revista no calma la necesidad de las víctimas del terremoto de Ica, Pisco y Chincha
SE INCREMENTAN LOS RECLAMOS Y MANIFESTACIONES DE LOS MILES DE DAMNIFICADOS
Por: Renán Palacios Uribe




Mientras que el Gobierno a través de la Presidencia del Consejo de Ministros y el Fondo de Reconstrucción del Sur FORSUR hacen dispendio de dinero en publicaciones cuya información no refleja la realidad que se vive en la zona devastada, al cumplirse el segundo año del terremoto que asoló el departamento de Ica el pasado 15 de Agosto del 2007, el malestar de la población continúa como al día siguiente de la tragedia.
Los avances en las obras de reconstrucción no se aprecian, lo que denota la desatención de la población afectada por parte de sus autoridades de gobierno central, regional y local.
Han transcurrido 24 meses en que la población más perjudicada viene soportando la inclemencia del tiempo y poco o nada se ha avanzado en el proceso de reconstrucción , es así que cansados de tantas promesas en Chincha, Pisco e Ica se anuncian marchas y cacerolazos que se harán sentir este 15 de Agosto que tendrán como escenario las principales plazas de cada provincia.
Los diversos comités y organizaciones no gubernamentales vienen coordinando actividades diversas a desarrollar como protesta al lento proceso en la reconstrucción de sus ciudades, ante la inercia de autoridades como el Presidente Regional Q.F. Rómulo Triveño Pinto, que no ejecutaría obras con los presupuestos transferidos (S/.5.656.675,00) por el Ministerio de Economía y Finanzas destinados a la rehabilitación de la infraestructura pública afectada por el terremoto, según da cuenta el Boletín Informativo Nº 01 del Forsur; transferencias publicadas que fué desmentida en un medio radial por el propio C.P.C. Jesús Miranda Ramos - Gerente de EMAPICA, en que tal efectivo (S/. 22.714.061,11)no había llegado a las arcas de esa entidad.
A decir de la población entrevistada, la voceada “Reconstrucción” es un sueño inalcanzable si se tiene en cuenta que el “FORSUR” sólo es una entidad burocrática tramitadora de presupuestos que con el fin de lavarse las manos, destina a unidades ejecutoras como encargadas de este proceso que tienen como cabezas a profesionales incapaces de sacarlo adelante.