miércoles, 19 de agosto de 2009


MARCHA DE LA DIGNIDAD EN PISCO

FUENTE : Diario La Primera Autora : Sandra Martel.
Actualizado el Miércoles 19 de agosto de 2,009.
PISCO-PERÚ.-


Con la frente en alto, los damnificados del sur se pusieron en pie y a voz en cuello exigieron al gobierno aprista que cumpla con el compromiso de reconstruir las viviendas, colegios, hospitales, comisarías, luego de dos años del terremoto, y a los gobiernos regionales y municipales, que asuman las obligaciones que les competen.

Unos cinco mil damnificados por el terremoto del 15 de agosto del año 2007 bloquearon el fin de semana último, la carretera Panamericana Sur a la altura del puente “Huamaní”, en el kilómetro 228 de esta vía, en Pisco. Los afectados, cansados de esperar la reconstrucción de su ciudad, expresaron así su rechazo al abandono del gobierno.

Desde temprano Pisco fue escenario de la “Marcha de la Dignidad” y de concentraciones en sus principales calles y avenidas. Al mediodía los pobladores de las zonas aledañas, dedicados en su mayoría a labores agrícolas, partieron en marcha hacia la carretera para hacer sentir su descontento y llamar la atención de las autoridades y conmover la conciencia del país.

Los manifestantes, en su indignación por las promesas incumplidas del presidente Alan García, quemaron llantas e interrumpieron el tránsito por casi dos horas. Los pobladores de Chincha, Ica y Cañete también protestaron y todos los negocios y comercios fueron cerrados. La violencia estuvo a punto de estallar cuando escuadrones antimotines de la policía intentaron reabrir el tránsito vehicular, pero fueron rebasados por la población y los ánimos se calmaron.

Asimismo, los pobladores mostraron también descontento porque ninguna autoridad local ni los congresistas de Ica participaron de las protestas. “Las autoridades no dan la cara, porque saben que tienen una deuda pendiente con nosotros. Hay muchos avisos donde dicen que están haciendo obras, pero éstas han estado paralizadas durante muchos meses, hace dos días han vuelto a trabajar”, expresó un poblador.

“Cacerolazo”

La protesta comenzó en realidad a la medianoche y el amanecer del sábado 15 de agosto, cuando el aniversario de la catástrofe fue recibido por los pobladores de Pisco y otras ciudades afectadas con un sonoro “cacerolazo”, en el caso de los pisqueños en la plaza. El simbólico acto duró una hora y dejó sentir el malestar y la indignación del pueblo, que hasta la fecha no ve el inicio de un proceso de reconstrucción real. Además, los manifestantes exigieron que el gobierno cumpla con la entrega de los bonos de 6 mil soles ofrecido a quienes resultaron damnificados por el terremoto, dinero que hasta la fecha no pueden cobrar.

Rindan cuentas

Los manifestantes pidieron que el presidente Alan García y el alcalde de Pisco, Juan Mendoza, presenten un informe sobre el uso dado a todo el dinero donado por gobiernos y entidades extranjeras, así como de los víveres y otro tipo de ayuda que llegó al país y tenía como destino los miles de damnificados. “La ayuda que era para todos sólo llegó a los que tienen conocidos en el gobierno. Queremos que García y sus ministros vengan a rendir cuentas de toda la ayuda que debimos haber recibido”, exigieron.

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