viernes, 28 de agosto de 2009


:: 'Un pueblo sin memoria es un pueblo sin destino', reafirman


MULTITUDINARIA CEREMONIA EN HUANTA EN MEMORIA DE FALLECIDOS EN PUTIS





Huanta, Ayacucho 28/08/2009 (CNR) -- Los 92 féretros blancos con los restos de la masacre de Putis lucieron imponentes, a dos filas en la Plaza de Armas de Huanta, alumbrados por el ardiente sol serrano del mediodía en Ayacucho, principal escenario de las violaciones a los derechos humanos perpetradas durante la época de violencia política en los años 1980 al 2000.

Por la mañana, desde Huamanga, donde permanecieron desde el pasado 19 de agosto —día en que la fiscalía entregó los cuerpos de los victimados—, partieron los 92 cajones rumbo a Huanta. Una hora después, la población entera se volcó a las calles para recibir los restos de los inocentes comuneros salvajemente asesinados por el Ejército Peruano en diciembre de 1984.

El recorrido estuvo acompañado por coronas florales, campesinos que llegaron desde los distritos de Santillana, San José de Secce, Huamanga y del Centro Poblado de Putis, autoridades locales y cientos de pobladores que acompañaron el trayecto fúnebre por la calle San Martín hasta la plaza principal, donde se efectuó una sentida ceremonia de recibimiento.

Entre la multitud estaba el alcalde del centro poblado de Putis, Gerardo Fernández Fernández, el burgomaestre provincial, Edwin Bustíos, la representante de la Defensoría del Pueblo, Diana Álvarez Calderón, la congresista por Ayacucho Juana Huancahuari y Raida Cóndor, en representación de los estudiantes de La Cantuta, asesinados por militares del desactivado Grupo Colina, durante el régimen de Alberto Fujimori.

Tras guardar un minuto de silencio y declarar en duelo la provincia hoy viernes y mañana, los representantes de las iglesias evangélica y católica expresaron su pesar por los familiares de las víctimas e invocaron a que episodios semejantes no se repitan. El sacerdote católico bendijo los féretros rociando con agua bendita cada uno.

En diálogo con la CNR, el Presidente de la Asociación de Afectados por la Violencia en Putis, Lorenzo Quispe, afirmó que si bien hay un reconocimiento a las víctimas y actos como éste contribuyen a la reparación, aún queda pendientes heridas por curar. Una de ellas, mencionó, es la falta de voluntad del gobierno por hacer justicia y revelar los nombres de los agentes militares responsables de la masacre.

Firmado por la defensora Beatriz Merino, la doctora Diana Álvarez Calderón pronunció un sentido discurso en el que enfatizó que es “inadmisible que no se haya sancionado a una sola persona por estos crímenes. El Estado en su conjunto tiene la insoslayable obligación de demostrar que es capaz de hacer justicia, de identificar a los responsables y sancionarlos”.

“Hasta el momento, ningún familiar ha recibido el alivio de una medida concreta para recomponer la inconsolable pérdida de un ser querido. Al cabo de tantos años, esto no se puede admitir en una sociedad que debe ser respetuosa de los derechos fundamentales de las personas”.

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