Existen fechas y aniversarios que recuerdan acontecimientos que uno espera con muchas ansias y deseos durante el año, por ejemplo las Pascuas, La Navidad, el festejo por la llegada del nuevo año y alguna que otra fecha histórica que capaz nos reporta un día de descanso laboral o de estudio, pero por otra parte, también existen esas fechas o aniversarios que aún con el paso del tiempo siguen produciendo congojas y lamentos generalizados y que provocan el deseo de jamás tener que recordarlas…
Y justamente el, 11 de Septiembre del año 2009, es una de esas fechas del calendario que ciertamente ponen tristes a propios y ajenos, porque el dolor, la violencia y el infinito alcance que tuvieron la tragedia que en el día de hoy recuerda el mundo entero fueron tales que imposiblemente alguna vez se olviden y superen.
Ocho años pasaron de aquella fatídica mañana en la cual dos aviones se estrellaron en los edificios conocidos como las Torres Gemelas que más se destacaban de entre el corazón financiero neoyorkino, llamado popularmente como Wold Trade Center.
Aunque el dolor sigue siendo inestimable para el pueblo norteamericano que fue el que más sufrió la tragedia, este nuevo aniversario se sucede con un cambio fundamental, que para muchos, por suerte llegó aún siendo indeleble el dolor…Porque esta vez quien encabezó y protagonizó desde la sede del gobierno nacional el homenaje fue el nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien junto a su mujer guardó los dos minutos de silencio tradicionales ya, en la Casa Blanca y participó del consecuente acto que recordó a las tres mil víctimas fatales.
Si bien obviamente el desconsuelo persistirá por los siglos de los siglos, la verdad que el nuevo color político, sin segundas intenciones lo del color y la presencia bien lejos de los homenajes de ese personaje tan nefasto para la historia de los Estados Unidos y del mundo, como es George W. Bush, hace que por lo menos este año el recuerdo duela un poco menos.
Y justamente el, 11 de Septiembre del año 2009, es una de esas fechas del calendario que ciertamente ponen tristes a propios y ajenos, porque el dolor, la violencia y el infinito alcance que tuvieron la tragedia que en el día de hoy recuerda el mundo entero fueron tales que imposiblemente alguna vez se olviden y superen.
Ocho años pasaron de aquella fatídica mañana en la cual dos aviones se estrellaron en los edificios conocidos como las Torres Gemelas que más se destacaban de entre el corazón financiero neoyorkino, llamado popularmente como Wold Trade Center.
Aunque el dolor sigue siendo inestimable para el pueblo norteamericano que fue el que más sufrió la tragedia, este nuevo aniversario se sucede con un cambio fundamental, que para muchos, por suerte llegó aún siendo indeleble el dolor…Porque esta vez quien encabezó y protagonizó desde la sede del gobierno nacional el homenaje fue el nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien junto a su mujer guardó los dos minutos de silencio tradicionales ya, en la Casa Blanca y participó del consecuente acto que recordó a las tres mil víctimas fatales.
Si bien obviamente el desconsuelo persistirá por los siglos de los siglos, la verdad que el nuevo color político, sin segundas intenciones lo del color y la presencia bien lejos de los homenajes de ese personaje tan nefasto para la historia de los Estados Unidos y del mundo, como es George W. Bush, hace que por lo menos este año el recuerdo duela un poco menos.
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