lunes, 19 de octubre de 2009

TRAGAMONEDAS CHINOS: NUEVA DROGA EN EL BARRIO (I)




Ec. Milton Guerrero

La explosión de máquinas tragamonedas llamadas chinas o de bolitas, que operan en bodegas, panaderías, boticas, mercadillos, y peluquerías, ubicados generalmente frente a colegios y centros educativos y de fácil concurrencia para los menores de edad, constituye, junto con las drogas, el principal peligro de tipo moral-educativo que confrontan nuestros niños.

Gracias a las masivas campañas de difusión realizadas por la sociedad civil, los padres de familia son conscientes de los peligros de la droga y saben como proteger a sus hijos de esta plaga. No ocurre lo mismo con respecto a los tragamonedas dirigidos a niños y adolescentes.

Es necesario que los padres de familia se familiaricen con los efectos perniciosos que generan estas máquinas, a fin de prevenir sus nefastos efectos en sus hijos menores de edad; evitando una afición temprana a los juegos de azar, que perjudique su desarrollo mental y emocional los que se vera reflejado en conducta antisocial, neurastenia, ausentismo escolar y ludopatía.

La Ludopatía

La Ludopatía se caracteriza por la incapacidad de una persona para abstenerse de seguir apostando por juego de azar generando por ello graves alteraciones en el orden de la vida personal, familiar, educativa, laboral, económica, social entre otros.

La práctica clínica y la concurrencia a programas de ayuda ante el juego patológico, propiciados por CEDRO, ha determinado que entre el año 2003 y el 2004 se incrementaron los casos de ludopatía en un 1.7%. El Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado–Hideyo Noguchi,” ha determinado que entre 80,000 y 100,000 personas sufren alguna manifestación de esta enfermedad.

METASTASIS DEL CANCER SOCIAL

Inicialmente, las Salas de Juego de Tragamonedas fueron justificadas como un poderoso medio para atraer al turista extranjero. Sin embargo, en pocos años, todos nos dimos cuenta que su objetivo fue en realidad ofrecer una droga electrónica a la población urbana desprotegida, en especial, la de los conos de Lima.

Sin embargo, cuando se quiso detener la informalidad, en 1999, las carencias de la Ley, sumado a la creciente pérdida de autoridad del Poder Ejecutivo e irregularidades en el poder judicial, conspiraron a favor de los empresarios informales; quienes obtuvieran acciones judiciales que legalizaban la apertura de establecimientos al margen de las regulaciones del MINCETUR e incluso exonerandoles del pago de impuestos. De esta manera, la sociedad civil había perdido su capacidad de regular de este cáncer y protegerse a si misma.

LA ECONOMÍA DE LA DROGADICCIÓN ELECTRÓNICA

Los operadores informales aprovecharon la ausencia de mecanismos de supervisión estatal que protegieran a la sociedad de esta nueva “droga electrónica.” Las máquinas tragamonedas así se extendieron de golpe por todo el país siendo los adultos de recursos medios bajos así como personas de la tercera edad sus principales victimas. Y no solo ellos serian los afectados sino nuestros niños y jóvenes que atraídos por la idea del dinero los dibujos animados y el dinero fácil sucumben a los encantamientos de esta droga electrónica.

El Estado y el gobierno actual toleran y regulan la explotación de tragamonedas. Pero evita incentivarlos, pues buscan proteger el bienestar y la salud de la comunidad, frente a los efectos nocivos de los juegos de apuesta; tal como lo establece la Ley 27153 y el propio Tribunal Constitucional. Y es que una sociedad laica como la nuestra debe predicar que en definitiva la fuente de la vida y de la riqueza social es el trabajo y no el azar ni el ocio y por ello no debe tolerar la expansión indiscriminada de tragamonedas.

CONTINUARA...

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