sábado, 24 de octubre de 2009

CONMOCION EN FRANCIA POR QUE UN PADRE SECUESTRA AL ASESINO DE SU HIJA

La ausencia absoluta de la justicia en algunas situaciones y en otros casos la llegada de la misma pero cuando ya es considerado demasiado tarde en el tiempo está más que probado que no hace más que contribuir al aumento de la sed de venganza que generalmente se despierta entre aquellos que han perdido a un ser querido en una situación violenta y que ven que la justicia directamente no hizo nada o si lo hace, la manera en la que lo hace es realmente muy lenta y en definitivas cuentas la sensación que esa lentitud deja es la de no haber actuado conforme jamás.


Innumerable cantidad de casos en distintas partes del mundo demuestran esta cuestión que les comento, sin embargo, aún a sabiendas de esto, sigue siendo impresionante la repercusión y el debate que se abre en la sociedad cada vez que algún ser mortificado por la perdida de algún ser querido en manos de un criminal decide hacer justicia por mano propia.

En tanto, esta cuestión taaan abordada y comentada desde distintas perspectivas ya, vuelve al candelero y a ocupar la atención de buena parte de la opinión pública internacional como consecuencia del caso del padre francés quien por estos días fue detenido por haber planeado y ejecutado el secuestro del asesino de su hija para que pueda ser juzgado ante la reiterada negativa de su extradición.

Esta historia que tranquilamente podría convertirse el día de mañana en una superproducción dramática de Hollywood tiene nombres y apellidos y una historia realmente signada por la oscuridad, la tragedia y la injusticia.

En 1982, el cardiólogo alemán Dieter Krombach violó y asesinó a Kalinka Bamberski, una niña de 14 años, desde aquel momento hasta hoy, André Bamberski, el padre de esta joven no descansó y destinó todo el tiempo de su vida a planear la forma a través de la cual finalmente poder lograr que el asesino de su hija pague su culpa.

En 1995, Krombach fue condenado por un tribunal francés a cumplir 15 años de prisión, sin embargo, desde aquel entonces, Alemania, reiteradamente se negó a facilitar su extradición por lo cual, Bamberski, decidió convertirse el mismo en juez y parte y poner al asesino de su hija literalmente enfrente de la justicia. Ayudado por un grupo de personas dejó maniatado y amordazado a Krombach frente a los tribunales franceses, en tanto, por ese proceder, Bamberski enfrenta un proceso judicial en su contra.

Seguramente, muchos de los que estén leyendo esta información en este momento aplaudan la actitud de Bamberski y seguramente también del otro lado estarán quienes la condenen, pero sin dudas y más allá de las apreciaciones personales que uno pueda tener acerca de la actuación de este padre desesperado, lo que queda en evidencia son las disfunciones que la justicia sigue demostrando, especialmente en el tema de las extraditaciones de país a país, que nunca llegan, o si lo hacen, lo hacen demasiado tarde, lamentablemente.

No hay comentarios :

Publicar un comentario