Ayer leía en el blog de Gonzalo Gamio una buena respuesta a las inexactitudes de uno de los comunicados que en los últimos días han sacado personajes vinculados a la Iglesia Católica para respaldar a Juan Luis Cipriani en el enfrentamiento abierto que tiene con las autoridades de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Al final del mismo, como una nota al pie, Gonzalo anotaba unas recientes declaraciones de Federico Prieto Celi en relación a la PUCP como una muestra de los reales objetivos del sector más conservador de la Iglesia, asociado al Cardenal (tanto, que el audio de la entrevista es publicado en la web del Arzobispado). Y en efecto, no le falta razon, Prieto Celi ataca a la universidad y a uno de sus centros de investigación con una furia tal que, en realidad, desnuda los reales objetivos del Arzobispo de Lima: acallar a quienes alguna vez lo han criticado y tener una universidad católica que se parezca más a un convento que a una casa de estudios plural, como debe ser todo centro de educación superior.
Prieto Celi es miembro del Opus Dei y una de las personas más cercanas al Cardenal. Tanto así que escribió un libro para tratar de defender a Cipriani de los fundados cuestionamientos que tuvo la Comisión de la Verdad y Reconciliación en su capítulo sobre las iglesias católica y evangélicas. Pero como señala José Ignacio Távara, termina confirmando las vinculaciones naranjas del purpurado:
De la relación fluida del cardenal con el régimen fujimorista da cuenta el testimonio del sacerdote Juan Huamantoma (página 173). “Gracias a la intercesión de Monseñor Cipriano, Ayacucho pudo conseguir la construcción de la carretera Lima-Ayacucho, la construcción de planteles escolares, la refacción de iglesias y la construcción de otras nuevas”, informa el clérigo.
En tiempos de Fujimori era sabido en Huamanga que su verdadero interlocutor en la región no era el jefe político militar, ni el presidente del Consejo Transitorio de Administración Regional -CTAR-, ni el prefecto regional, sino el arzobispo.
En la siguiente página (174), el sacerdote Fidel Ancco señala que en las críticas de la CVR “hay un cuestionamiento a Monseñor Cipriani, por su cercanía al ex presidente Alberto Fujimori”. Cercanía que él da como un hecho. Además, como todos recordamos, Cipriani fue alto directivo del FONCODES, herramienta del clientelismo de aquel gobierno.
De hecho, en el libro, Prieto Celi no puede desmentir frases y artículos de Cipriani, en los que dice cosas como éstas, totalmente alejadas de las enseñanzas cristianas:
“No podemos permitir que por el miedo, temor y cobardía de unos cuantos el país no apruebe la pena de muerte (…). No podemos temblar de miedo. El mundo cambia día a día y no a favor de los cobardes. Nos encontramos en una época de firmeza, claridad y hombría”. (J.L. Cipriani, homilía del 27 de julio de 1993, Ayacucho).
Cuando hace 3 años, comenzó la disputa por la PUCP, La República publicó lo siguiente sobre Prieto Celi:
Otro escudero de Cipriani es Federico Prieto Celi, veterano periodista de los tiempos de La Prensa y, más recientemente, un tenaz defensor del fujimorismo desde las páginas del desaparecido diario El Sol. Prieto es el autor de la columna “La PUC reta al Cardenal Cipriani”, publicada en el diario Correo, en la cual emplaza a las autoridades de la Católica a que cumplan con el testamento de Riva Agüero. Buscado por esta revista para que amplíe sus argumentos, Prieto prefirió cortar una llamada telefónica sin desperdirse. Queríamos hacerle algunas preguntas: 1.- Recordar con él su vinculación, antigua y fundacional, con el Opus Dei. 2.- Conocer su aporte a la Comisión de Educación del Plan de Gobierno de Unidad Nacional. 3.- Saber si continúa dictando Política Internacional en la Universidad de Piura.
De hecho, la tercera pregunta tiene respuesta afirmativa. Y, para rematar, según señala su propia biografia resaltada al publicarse una recopilación de sus columnas, ha sido Secretario General del Ministerio de Educación e Intendente General de la Superintendencia de Entidades Prestadoras de Salud. Claro, no se dice que los dos cargos públicos fueron ejercidos en los gobiernos de Alberto Fujimori y en el segundo de Alan García, respectivamente.
Finalmente, llama la atención que Prieto Celi haya dado estas declaraciones en el programa radial de Víctor Robles Sosa, el periodista que alterna dicho espacio y una columna en La Razón con sus asesorías a Rafael Rey en el Ministerio de Defensa y sus conferencias pro fujimoristas. Y cuyo hijo es capaz de decir estas barbaridades:
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