Publicado en la Mula: Enviado por Ly. (11/02/2010 a las 12:27 PM )
En Pisco, colegios se encuentran en fase de reconstrucción, las obras lucen abandonadas, sistemas de tuberías de agua y desagüe colapsados, sin rehabilitar y cientos de pobladores aun pernoctan en carpas o chozas, luego de las promesas que diera el gobierno de ayudarlos.
“Del 15 de agosto del 2007 a la fecha – cerca de tres años- y tenemos múltiples necesidades. Por ejemplo en mi institución educativa gracias al apoyo de Japón hemos podido tener esta infraestructura antisísmica. Señor presidente que se cumpla lo que se firmó en el 2007 para atender a nuestros niños”, indicó el director colegio José de la Torre Ugarte, Elidio de la Cruz.
En tanto el Presidente, Alan García, señaló que los $ 10 millones de dólares, deberían ser destinados a la construcción de escuelas y obras necesarias para Haití.
Frente a ello, una pobladora de Pisco dijo “Todo está hecho un desastre. No hemos levantado nada porque estamos caídos. O sea primero que haga lo suyo y de allí que ayude a los demás. Nosotros estamos de acuerdo con ayudar porque así lo hemos hecho, pero primero el Presidente debería levantar el Perú”.
El Canciller Antonio García Belaunde, calificó de “mezquinos a los que se oponen a ésta iniciativa de gratitud y correspondencia, para la reconstrucción del golpeado país.
En tanto, los sistemas de tuberías de agua y desagüe, permanecen colapsados y sin rehabilitación a la vista. En varios sectores del cementerio General de la localidad, permanece en ruinas. Mientras que los deudos lloran a sus desaparecidos.
La congresista Mercedes Cabanillas, desestimó las criticas del aporte económico. Destacando que la decisión del mandatario, como una actitud solidaria.
“Es un sentimiento de solidaridad y reciprocidad (…) Si nosotros tuviéramos una situación dramática, como la que ha tenido Haití, indudablemente recibiríamos la solidaridad y la cooperación, como la hemos recibido por lo de Ica”, instó.
Irónicamente, de la ayuda brindada por el Estado, es casi nula, los pobladores aun pernoctan en chozas o carpas, sintiendo resquebrajarse la salud de los niños y ancianos. Hasta la fecha reclaman por el progreso que se les fue prometido.
Cabe recordar que los pobladores de Pisco, a pesar de sus necesidades, estuvieron entre los primeros en recaudar donativos para ayudar a la población haitiniana, demostrando ese sentimiento de empatía frente al lamentable suceso.
En Enlace Nacional, un residente expresó: “Todos estamos con los hermanos de Haití, pero primero hay que ver nuestra casa y luego ver al vecino”.
Por: Liria Difranco – AP.net
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