sábado, 27 de febrero de 2010

Peruana en Chile: "A comparación de lo que viví en Ica, acá hubo más planificación y orden"


Compatriota sufrió terremoto en el sur en agosto de 2007 y el de anoche en Santiago. La reposición de servicios básicos y la rápida acción de policías y bomberos han sido las principales diferencias que halló entre ambos desastres
Sábado 27 de febrero de 2010 - 01:24 pm
Por Hans Huerto.

Rebeca Centeno Morales, peruana de 27 años, vive hace dos en Santiago, con su esposo, también peruano. Antes le tocó vivir en su natal Ica el fuerte sismo que nos azotó el 15 de agosto de 2007 (día de su cumpleaños). Ahora, en plena gestación, Rebeca revivió los duros momentos del sismo peruano en Chile, donde ha sufrido el terremoto de 8,8 grados que remeció al vecino del sur.

“Estamos bien, solo soportando las réplicas. El terremoto fue muy fuerte, todos estamos en la calle. En Santiago, específicamente, hay casonas antiguas que han caído, pero la mayoría de los edificios nuevos están parados, sin mucha complicación, aunque algunos presentaron fugas de gas; otros sí tienen daños en su estructura general” contó Rebeca Centeno a elcomercio.pe.

Inevitablemente, el movimiento y sus réplicas removieron sus recuerdos sobre el sismo de 2007, aunque precisó que definitivamente el de Chile fue mucho más fuerte que el de Ica.

“Hubo las mismas luces en el cielo. El terremoto fue en la madrugada y el viento que corría era increíblemente helado, como pasó en Ica. Toda las personas corrían de un lado a otro tras el sismo y la gente gritaba desde los edificios porque no podían salir de sus departamentos, muchas de sus puertas se desencajaron”.

MÁS ORDEN Y ORGANIZACIÓN QUE EN ICA

A diferencia de lo que se vivió en el sur de nuestro país, lo primero que volvió en Santiago de Chile fue el fluido eléctrico, ya que los cables de luz son subterráneos y así, las fallas del suministro son más fáciles de corregir. Según la peruana, en Santiago ha habido más planificación y orden. La gran mayoría de los edificios son antisísmicos y los que no lo soportaron fueron las casonas del centro de Santiago y las de Viña del Mar, que son antiguas.

“Funcionaron los medios de trasporte apenas amaneció, tenemos luz y agua. Solo las tiendas están cerradas por problemas de infraestructura. Bomberos y policías trabajaron de inmediato, a los minutos ya estaban revisando los edificios por posibles derrumbes y gente atrapada bajo escombros. Con ello se evitó los saqueos, al menos acá en Santiago. En Ica, los policías llegaron recién al día siguiente a los lugares más alejados” recordó Rebeca Centeno.
(Publicado: Diario El Comercio)



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