(CNR) -- La renuncia del fiscal supremo adjunto Avelino Guillén es una muestra más de lo que sucede con aquellos funcionarios que actuan con rectitud, aseveró el directivo de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), Miguel Jugo.
A través de CNR, Jugo comentó la renuncia de Guillén, quien jugó un rol protagónico en los juicios seguidos al ex presidente Alberto Fujimori, al Ministerio Público a raíz de la decisión del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) de desaprobarlo en el examen de conocimiento para la elección a fiscales supremos titulares.
"Coincidimos en que hay una situación de manejo político con el fin de perjudicarlo y dar un mensaje a los fiscales: quienes se atrevan a investigar temas de corrupción o de derechos humanos pueden ser pasibles de no avanzar", indicó el activista pro derechos humanos.
Recordó que hace un par de semanas, el fiscal Víctor Cubas Villanueva -quien denunció la matanza de Barrios Altos (1991)- fue tachado momentáneamente por el CNM, por tener un familiar en cuarto grado en Junín.
"Hay esta vocación por sancionar a los jueces y fiscales que actúan con decencia, con capacidad, con libertad y que hacen sus juicios pensando en aplicar la justicia y no en los intereses particulares que están en juego", lamentó.
Así mismo, rebatió los argumentos del presidente del CNM, Francisco Delgado de la Flor, respecto a la objetividad y la transparencia que se tomaron las evaluaciones.
"Si fuera tan transparente, ¿por qué se queman los exámenes? Si no hubiera grado de subjetividad, no hay que ser muy suspicaz para no saber quién presentó el caso (Kouri-Montesinos) No existe esa posibilidad de secrecidad al máximo". anotó
Jugo lamentó que las reformas para el Ministerio Público que se habían previsto ejecutar después del gobierno de Alejandro Toledo nunca se plasmaron. "Estamos en un proceso a la inversa donde los jueces probos y sobretodo capaces son privados por un sistema en el cual no son funcionales".
Agregó que el sistema democrático se basa en algunos controles que han sido desconocidos por el régimen. "El Tribunal Constitucional, que era reconocido como efectivo y balanceador de situaciones dictatoriales, ahora nadie cree en TC".
Por ello, denunció que la alianza aprofujimorista intenta controlar estos instrumentos. "Y en ese contexto, fiscales como Avelino Guillén y Cristina Olazábal (adjunta de la Primera Fiscalía Supraprovincial de Ayacucho) resultan incómodos", puntualizó.
Como se recuerda, Guillén Jauregui anunció su renuncia tras ser desaprobado en una evaluación para ocupar una vacante de fiscal supremo, a cargo del CNM.
Indicó que no entendía los motivos que tuvo el CNM para desaprobarlo en el examen de conocimiento que rindió, porque le tocó desarrollar el caso Alberto Kouri–Vladimiro Montesinos, un proceso que asumió en el Ministerio Público.
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