Por: José Alejandro Godoy
La noticia internacional más importante de este final de año es la filtración de más de 250,000 documentos del Departamento de Estado de Estados Unidos gracias a Wikileaks y difundida a través de 5 diarios importantes en todo el mundo (quienes se han comprometido a no dar a conocer información que represente amenazas a la seguridad de personas o de países). Un terremoto de altas dimensiones en la política exterior norteamericana.
El hecho de la filtración en sí ya constituye una noticia importante. ¿Por qué fue posible la misma? La explicación está en STPRNet, una red privada del ejército norteamericano que se ha convertido en una auténtica coladera. El País, uno de los diarios que ha realizado la filtración junto con Wikileaks, detalla por qué:
Tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001, se detectaron unos fallos de coordinación entre los servicios de inteligencia estadounidenses que recomendaron la necesidad de un modelo de comunicación que permitiera a los diferentes responsables de la seguridad compartir datos extraídos por el Departamento de Estado. Se extendió, por tanto, a partir de esa fecha el uso de un sistema de Internet del Ejército norteamericano denominado SIPRNET, un acrónimo de Secret Internet Protocol Router Network.
Todos los cables que se incluyen en esta filtración fueron enviados por ese medio, como se comprueba por la etiqueta que cada uno de ellos lleva en su cabecera, la palabra SIPDIS, que son las siglas para Secret Internet Protocol Distribution. Al menos 180 embajadas norteamericanas alrededor del mundo utilizan actualmente ese sistema de comunicación, según informes elaborados por el Congreso norteamericano. Aunque se exigen fuertes medidas de seguridad para el uso de ese sistema, como la de mantenerlo abierto únicamente cuando el usuario está frente a la pantalla, la exigencia de cambiar la clave cada cinco meses o la prohibición de utilizar cualquier clase de CD u otro método de copia de contenidos, el número de personas que ahora acceden a la información ha crecido considerablemente.
¿Qué es lo que tienen los documentos? Pues, de un lado, hay mucho de chisme y de información que, en términos generales, cualquier analista internacional avisado conocía. Ramiro Escobar resume en su columna de La República este tipo de data:
Cristina y Hugo pueden estar mal de la cabeza. Silvio hace unas fiestas ‘salvajes’. Muamar es realmente hipocondriaco. Ángela es ‘poco creativa’. Y a ese Nicolás hay que seguirlo al milímetro… Lo que parecen comentarios de barrio constituyen –lo sabemos ahora– la entraña más real, no imaginaria, de la política exterior norteamericana.
Pero hay información que es más relevante y que sí puede sacudir a varios países. Para empezar, las órdenes del Departamento de Estado para espiar a funcionarios de la ONU - lo que ha merecido una enérgica protesta de Ban Ki - Moon -, los deseos chinos de que Corea se unifique y pueda tener una influencia importante en dicho país, la intención de la presidenta argentina para colaborar en una “morigeración” de Evo Morales o la voluntad de la Fiscalía Española de colaborar para que el juez Baltazar Garzón no investigara casos como los presos de Guantánamo son revelaciones que sí son de real impacto periodístico e institucional.Todo ello explica las reacciones norteamericanas.
¿Y por casa, como van las cosas? Marco Sifuentes lo explica con cifras y datos:
Los amigos de Blawyer ya han hecho una chamba de clasificación de la data referida a Perú: 1388 cables originados en la Embajada de Estados Unidos en Lima (incluyendo 29 secretos y 396 confidenciales). El año de mayor producción, el 2006, año electoral, con 426 despachos. La etiqueta más utilizada: Asuntos de Gobierno Interno (648).
Hay también 124 documentos referidos a Perú que no provienen de la Embajada en Lima (algunos dicen que vienen de Santiago, pero no he podido corroborar la información) (Este dato lo ha corroborado Correo, nota de DTP). Además, en el análisis que hizo The Guardian hay 15 cables con el subject “Fujimori“. He buscado y ninguno tiene título “Humala” o “García“. Habrá que ver qué nos revelan los contenidos de los cables completos, pero creo que hay varios a los que desde ya se les está haciendo así.
Si bien la información sobre el Perú aún no ha sido colgada - lo que ha alimentado las más variadas teorías de la conspiración en redes sociales -, ya dos representantes oficiales del gobierno han brindado declaraciones. De un lado, el Canciller ha señalado que no son responsables por opiniones de la embajada norteamericana en Lima, de lo que se puede deducir que Torre Tagle estima que la mayor parte de data generada en Lima son apreciaciones de diplomáticos estadounidenses. Esta misma apreciación es confirmada por el propio Alan, quien argumentó en esa línea y señaló que lo ocurrido es un “papelón diplomático”.
¿Es la primera vez que el Perú tiene algún vínculo con Wikileaks? No. Hay que recordar que 86 petroaudios fueron colgados por solicitud de Sifuentes y Pablo 0′Brien, con proceso de verificación de datos y relevancia incluidos.
No es la primera vez que Wikileaks tiene sorprendentes revelaciones durante este año. Y prometen tener más. Y con ello se abrirá un amplio debate, tanto sobre los contenidos de los documentos, como sobre los procedimientos empleados por la página creada por Julian Assange, un personaje que ni a Stieg Larsson - el creador de la primera heroína hacker de la literatura - se le hubiera ocurrido.
No hay comentarios :
Publicar un comentario