sábado, 22 de mayo de 2010

Decano del Colegio de Abogados de Lima y ex presidente de Tribunal Constitucional dicen que privilegios inconstitucionales son permitidas por autoridades.


Juristas contra gollerías del ex dictador Fujimori
Ningún tipo de privilegios penitenciarios debe tener el condenado ex dictador Alberto Fujimori, coinciden juristas.

(Diario La Primera) La corriente de indignación que ha despertado la condición privilegiada que goza Alberto Fujimori en la prisión de la Dirección de Operaciones Especiales (Diroes) no cesa. Personalidades del derecho señalaron que las gollerías del ex presidente son inaceptables e inconstitucionales y denunciaron que cuentan con la sospechosa anuencia de las autoridades del gobierno.

El decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), José Antonio Ñique de la Puente, dijo que no se pueden tolerar “privilegios odiosos” en las cárceles del país, como el que está recibiendo el ex dictador, quien fue condenado a 25 años de prisión por cometer crímenes contra los derechos humanos.

Añadió que en caso de condenados, por cualquier delito, no se pueden establecer gollerías ni privilegios, o de lo contrario, dijo, éstos tendrían que extenderse a todos los presos del país. “Yo no soy carcelero ni estoy en contra de los beneficios penitenciarios, pero pienso que nadie debe tener corona”, indicó Ñique de la Puente, quien añadió que el trato privilegiado para Fujimori atenta contra el principio constitucional de igualdad ante la Ley.

Ñique sostuvo también que hay en estos momentos una corriente ciudadana que rechaza estos privilegios y un pueblo que critica, mientras que, de manera sospechosa y extraña, las autoridades hacen comentarios benévolos frente al escándalo.

También Javier Alva Orlandini, ex presidente del Tribunal Constitucional (TC), fue muy claro en señalar que las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) y del Ministerio de Justicia están actuando al margen de la Ley al permitir que se viole el Código de Ejecución Penal y su reglamento, que establece un trato igual para todos los sentenciados, independientemente de cual haya sido su rango, afectándose al mismo tiempo el principio de igualdad ante la Ley vigente en la Constitución.

“Fujimori está recibiendo un trato privilegiado que no corresponde a su situación de haber recibido una sentencia condenatoria, aunque ésta haya sido apelada. Incluso los procesados que cuentan con arresto domiciliario no pueden salir ni siquiera a la puerta de su domicilio”, explicó Alva.

El ex presidente del TC consideró asimismo que el titular del Jurado Nacional de Elecciones, Hugo Sivina, debería intervenir para impedir que el condenado Fujimori siga utilizando la sede de la Diroes, donde está confinado como único recluso, con fines proselitistas. Ello, en clara violación del artículo 184º de la Ley Orgánica de Elecciones (Ley Nº 26859), que señala que ninguna oficina pública, local policial, municipal, colegios, etc., puede ser utilizada para realizar conferencias, asambleas o reuniones con fines políticos, como lo hace Fujimori, manifestó Alva Orlandini.

Injerencia polìtica

El propio ministro de Justicia, Víctor García Toma, se sumó al coro gubernamental, minimizó el escándalo de los privilegios para el ex dictador y señaló que “no es necesario linchar ni lapidar a Fujimori”. Asimismo, anunció que el régimen carcelario de Fujimori fue “ajustado” y ahora cumple con las disposiciones establecidas. “Se corrigieron algunas desproporciones registradas en el régimen de visitas, como el haber recibido 180 personas en un solo día”, refirió el ministro García Toma, tras indicar que ahora el reo privilegiado de la Diroes sólo podrá recibir 20 visitas por día.

Sin embargo, el penalista Luis Lamas consideró que incluso con esa corrección el número de visitas sigue siendo excesivo para un recluso como Fujimori, que está condenado por delitos muy graves, como la violación de derechos humanos.

“Sus condiciones de reclusión deberían ser similares a las de otros internos que también han recibido condena por esos delitos, debe tener visitas restringidas de una o dos personas a la semana, permanecer en su celda con salidas al patio en determinadas horas, visitas separadas de mujeres y hombres y tener prohibido totalmente hacer proselitismo político. Su régimen debería ser muy parecido al que tienen otros reclusos como Abimael Guzmán, que también fueron procesados por delitos de lesa humanidad”, consideró el penalista.

Lamas dijo también que existe injerencia política en la forma en que el reo Fujimori cumple su condena, por ello pidió que el ministro de Justicia explique las razones por las cuales a Fujimori pueden visitarlo 20 personas al día. El penalista hizo hincapié en que se está dejando de atender todo lo que exige el Código de Ejecución Penal y su reglamento, ante la indiferencia de las autoridades.



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