Palpa (Daniel Bravo Dextre).- A medida que pasan los días se torna más incierta la situación de la zona arqueológica de Sacramento que desde hace tiempo está amenazada por la presencia de 450 familias invasoras, quienes se han instalado allí con viviendas precarias hechas con palos, esterones y alambres.
No se trata de cualquier zona arqueológica, sino -precisamente- donde se ubica el geoglifo Reloj Solar, único en el mundo y que ha sobrevivido al tiempo y cataclismos por más de mil 500 años.
Este atractivo sui géneris está a punto de desaparecer y con ello se extinguiría la esperanza del pueblo palpeño de convertirse en una provincia con desarrollo turístico, tan igual como el despegue que goza Nasca, ya que Palpa muy bien podría operar con un circuito turístico integrado por el Reloj Solar a la cabeza, los Petroglifos de Chicchitara (más de 300), Ciudad Perdida de Huayurí, Tumba del Señor de Palpa, Cabeza del Inca, Puente Colgante de la Muña, Mirador de Geoglifos de Llipata, Manantial Fundo Santo Domingo de la Máquina, Huarango Milenario, entre otros atractivos que son masivamente visitados.
Los que alentaron las invasiones o se cruzaron de manos al ver semejante atentado cultural, definitivamente no quieren a Palpa, porque con ello están condenando a que siga siendo un pueblo atrasado, olvidado y mendigo, cuando tiene mucho que ofrecer a su gente para que tenga mejor calidad de vida.
Los palpeños han sido bendecidos porque de su tierra brotan las naranjas más sabrosas y nutritivas; pero, sus ancestros y la naturaleza también fueron generosos legándoles atractivos de mucha importancia para su desarrollo turístico. Lo que se necesita es más inversión en servicios turísticos y servicios públicos para que los visitantes lleguen en mayor número, asegurándoles una estadía cómoda y segura.
La minería informal y la pequeña minería también son injustas con la población, ya que sus aportes son insignificantes frente a los millones de dólares que anualmente mueven por la explotación del oro.
Acciones contra invasiones
Con relación al problema de las invasiones en el Reloj Solar y en Carmen Alto de Sacramento, el Ministro de Cultura, Luis Peirano Falconí, en su condición de palpeño ha mostrado especial interés para liberar las dos zonas arqueológicas ocupadas ilegalmente.
Por eso es que el pasado 27 de Diciembre envió a Palpa al Procurador del Ministerio de Cultura, Dr. Gustavo Barrantes Mejía, quien ese mismo día se constituyó a la zona invadida en compañía del Fiscal Provincial, Dr.Juan Carlos Herrera Cestti y del periodista Manuel Cáceres Ventura, ex Director Provincial del INC de Palpa.
En la visita de inspección el Procurador y el Fiscal Provincial fueron bastante severos con los invasores, conminándolos para que abandonen el lugar sin esperar que el Estado haga uso de la fuerza para desalojarlos de una zona arqueológica protegida por ley.
Preocupa que hasta ahora el Alcalde Provincial y el Gobernador de Palpa no se hayan pronunciado al respecto, quienes también están en la obligación de defender el Patrimonio Cultural.
El problema de la invasión debe ser tratado a nivel multisectorial con la participación del Director Regional de Cultural, Dr. Raúl Sotil Galindo, por coincidencia también palpeño como el Ministro, el Procurador de Cultura, el Alcalde Provincial, el Fiscal Provincial, el Gobernador Provincial y el Comisario Sectorial.
Si los invasores ven unidas a sus autoridades lo pensarían dos veces para continuar en los lugares que ocupan, ya que a ellos no les asiste ningún derecho para posesionarse de una zona arqueológica. Eso lo saben muy bien, pero su presencia es como un chantaje para que la autoridad edil se sienta obligada a negociar, proporcionándoles otro lugar aparente para la reubicación.
Claro que la Municipalidad también está llamada a señalar áreas para la expansión urbana, pero eso lo tiene que hacer dentro de su política urbanística y no presionada por una invasión que atenta contra el derecho de todos.
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