La prensa, unida, jamás será vencida
La restitución de la licencia a Radio La Voz de Bagua.
Por: Augusto Álvarez Rodrich (alvarezrodrich@larepublica.com.pe)
La voz entrecortada por la emoción de Carlos Flores Borja, el propietario de Radio La Voz de Bagua (RLVB), cuando ayer recibió de manos del premier, Javier Velásquez Quesquén,y del titular del MTC, Enrique Cornejo, la resolución que le restituyó la licencia a la emisora, marcó un gran triunfo de la lucha por la libertad de expresión en el Perú.
RLVB fue clausurada el 8 de junio de 2009 en el marco de la tragedia de Bagua que enlutó a las familias de policías e indígenas. Luego, la defensa legal de la emisora demostró cabalmente la arbitrariedad de esa decisión política del gobierno, pero este se negó sistemáticamente a rectificarse.
Durante la visita de una misión de la SIP, en mayo pasado, el presidente Alan García se comprometió a revisar el procedimiento de la clausura, pero luego pareció que dicho ofrecimiento se lo llevaría el viento, especialmente cuando, la semana pasada, Flores fue informado que el MTC no daría marcha atrás y, peor aún, que se iba a licitar la frecuencia de RLVB, lo cual significaría, en la práctica, el final de este medio.
Ante ello, en un hecho inédito, se activaron las alertas de las tres principales entidades gremiales del periodismo –el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys), cuya directiva me honro de integrar, el Consejo de la Prensa Peruana (CPP) y la Asociación Nacional de Periodistas (ANP)– para aunar esfuerzos con el fin de impedirlo, incluyendo una visita a la Defensoría del Pueblo para solicitar su intervención en este caso, lo cual fue garantizado.
Ayer por la mañana, fuimos informados que el premier Velásquez Quesquén solicitaba una cita para ese mismo día, en el local del CPP, con las tres entidades periodísticas, la cual se produjo a las tres de la tarde y en la que entregó, junto con el ministro Cornejo, la resolución restitutoria de la licencia de RLVB.
Ha sido un gran final. Para empezar, por la rectificación del gobierno, algo que, sin duda, debe saludarse. También, por el tesón indeclinable de Flores y su familia para no bajar la guardia a pesar de la difícil situación económica que atravesaron. Asimismo, el respaldo ofrecido por la defensora Beatriz Merino.
Por último, y no por ello menos importante, la restitución de la licencia de RLVB también fue posible por la unidad entre Ipys, CPP y ANP. Al margen de cualquier diferencia política entre los periodistas, la defensa irreductible de la libertad de expresión es una causa innegociable debido a que esta es una condición fundamental de una democracia y de los derechos elementales de la ciudadanía.
Que esta valiosa experiencia sirva para enfrentar las próximas amenazas que, sin duda, van a venir, al margen de la orientación del medio perjudicado. Es una cuestión de principios.
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