Dr. Carlos Huertas Escate Abogado Defensor de la parte civil |
Ica (Daniel Bravo Dextre).- Luego de dos horas de tensa espera, la Sala Penal Liquidadora de Ica hizo público su veredicto sentenciando a Elisván Vergara Ventura a 26 años de prisión efectiva y al pago de 10 mil nuevos soles por concepto de reparación civil.
El acusado no se inmutó por la sentencia y la recibió con bastante serenidad, al punto que se levantó de su asiento, agradeció a la Sala por haber conducido el caso y luego pasó a retirarse a su pabellón. Sus abogados ni cortos ni perezosos interpusieron Recurso de Nulidad al no estar conformes con el fallo. Lo propio hicieron los defensores de la parte agraviada, al considerar que la pena debió ser de Cadena Perpetua conforme se le aplicó al co-acusado Julio Cancino.
El abogado Carlos Huerta Escate dijo que los Jueces Superiores habían transgredido la ley al no haber aplicado la Cadena Perpetua en atención al principio jurídico de Autoría y Participación. Es así que espera que los magistrados de la Sala Suprema con mayor criterio de conciencia y examinando las pruebas dicten la severa condena que corresponde, debido a que una de las víctimas en el momento de la agresión sexual sólo tenía seis años de edad.
Comentó que la Sala sólo había considerado a la víctima de nueve años, manifestando que la niña de seis años no logró reconocer a Elisván Vergara como su agresor. Dijo que este criterio era falso, ya que corría en autos que la menor sí había identificado plenamente al acusado.
Amenaza de muerte
La madre de los niños agraviados Carmen Anicama al término de la audiencia fue agredida y amenazada de muerte de manera abierta y temeraria, en presencia de las cámaras de televisión y de los efectivos policiales que resguardaban la parte externa del Penal de Cachiche.
Una de la féminas alta y robusta que siempre estuvo en las audiencias acompañando a los familiares de Elisván Vergara empujó con toda su fuerza a Carmen Anicama, con la intención de intimidarla y hacer que caiga al suelo. Al mismo tiempo con palabras irreproducibles le lanzaba amenazas de muerte como una "ametralladora", sin parar y sin temor a los testigos, confiada porque estaba rodeada de elementos de mal vivir.
La Policía sólo se limitó en darle protección a la madre y en exhortarla para que se retire, pero no se animó a identificar a la agresora que continuaba en el lugar en forma desafiante. Al cabo de unos minutos huyó en un auto Tico y recién apareció en escena Domingo Chong, hermano del sentenciado, haciéndose el desentendido y tratando de minimizar lo ocurrido.
Expresó que no estaba conforme con la sentencia y que su lucha legal era por la absolución, argumentando que su hermano era inocente, desconociendo las pruebas que la Sala Penal había acopiado para sustentar su condena de 26 años.
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