Lo que acontece hoy en la vida real y se ventila por calles y plazas y en TV denigrando a féminas que tuvieron la desdicha de tener una relación con otra persona del sexo opuesto, me recuerda un hecho bíblico; cuando un grupo de líderes religiosos llevó a una mujer adúltera a Jesús, no sabían que estaban colocándole a un tiro de piedra de la gracia.
Esperaban desacreditar al Señor. Si Él les decía que la dejaran ir, podrían aducir que estaba quebrantando la ley mosaica. Pero, si la condenaba a morir, las multitudes que le seguían habrían desechado sus palabras de gracia y misericordia.
Sin embargo, Jesús les devolvió la pelota a los acusadores. La Biblia dice que, en vez de responderles directamente, comenzó a escribir en el suelo.
Cuando los líderes siguieron preguntándole, invitó a cualquiera de ellos que nunca hubiera pecado a lanzar la primera piedra.
Después, siguió escribiendo en el suelo. Cuando volvió a levantar la vista, se habían ido todos.
La única persona que podría haber arrojado una piedra —el único sin pecado— miró a la mujer con misericordia y le dijo: «Ni yo te condeno; vete, y no peques más».
Ya sea que hoy necesites el perdón de Dios por juzgar a otros o que desees tener la seguridad de que ningún pecado está más allá de su gracia, que esto te aliente: Nadie te lanzará piedras hoy; ve y deja que la misericordia de Dios te cambie.(Juan 8: 1 - 11)
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