miércoles, 22 de junio de 2011

EL CASO COMUNICORE: NUEVOS DESTAPES

Ex Alcalde de Lima
Luis Castañeda Lossio
IDL-Reporteros consiguió el informe final de la comisión investigadora de la Municipalidad de Lima sobre el caso Comunicore, que preside la regidora Marisa Glave, y da a conocer de inmediato las principales novedades que contiene. Una de las más importantes es que el ex alcalde Luis Castañeda tuvo pleno conocimiento de lo que sucedía en el caso Comunicore, el mayor escándalo que salpicó su gestión. Otros hallazgos incluyen operaciones bancarias encubiertas, deudas sobrevaluadas para generar saldos con qué pagarle a esa empresa y documentos presuntamente falsificados. A continuación, la reseña del caso y del informe.

Por Daniel Yovera.-

El caso Comunicore reventó el 16 de diciembre del 2009, cuando se reveló que los principales gerentes de la gestión de Luis Castañeda –hombres de toda su confianza desde hacía dos décadas–, beneficiaron entre los últimos días del 2005 y los primeros del 2006 a una desconocida empresa llamada Comunicore, con el pago de una deuda de S/. 35.9 millones, que no estaba presupuestada y que se canceló de un porrazo pese a que debió hacerse en diez años.

La denuncia motivó la intervención de la Contraloría de la República y la investigación de la Primera Fiscalía Anticorrupción, que en diciembre del 2010 determinaron que la millonaria operación fue ilegal y perjudicial para los intereses del fisco municipal. El Ministerio Público denunció a 15 investigados, incluyendo a Castañeda, pero el Poder Judicial sólo abrió proceso a 14, excluyendo al hoy ex alcalde.

Cuando Susana Villarán asumió la alcaldía metropolitana, constituyó la ‘Comisión Especial para el caso Relima-Comunicore’, presidida por la regidora Marisa Glave. Su trabajo concluyó esta semana, e IDL-Reporteros tuvo acceso al informe final que será presentado el jueves ante el Consejo Metropolitano.

Sus hallazgos arrojan varias nuevas evidencias, entre ellas el conocimiento y el manejo que tuvo Castañeda de la operación.

Los 21 millones sobrevaluados

La comisión Glave ha encontrado que para pagarle a Comunicore los S/. 35.9 millones, la municipalidad recurrió a un crédito de S/. 87 millones, que debía ser destinado exclusivamente para pagar deudas que mantenía con el sistema financiero. Así, en setiembre del 2005, el BCP le prestó S/. 47 millones, e Interbank, S/. 40 millones.

Ese crédito debía supuestamente servir para que la comuna pague S/. 23 millones al Wiese Sudameris, otros S/. 17 millones al mismo banco por una deuda de EMAPE, S/. 16 millones a Interbank, y S/. 31 millones al BCP.

Sin embargo, la comisión ha encontrado que la deuda total de S/. 87 millones estaba inflada varios millones. Por ejemplo, la deuda real de EMAPE no era de S/. 17 millones, sino de S/. 13 millones.

Pero EMAPE no necesitaba ese dinero y nunca lo pidió para pagar su deuda con el Wiese. De hecho, semanas después de recibir el dinero, el gerente de Finanzas edil y hombre de confianza de Castañeda, Juan Blest, le pidió que se lo retorne a las arcas municipales. Así es como retornaron S/. 13 millones, los mismos que, sumados a S/. 8 millones que no se precisaron desde el comienzo, generaron los S/. 21 millones que la gestión de Castañeda estaba buscando para pagar el grueso de la deuda a Comunicore.

Según el informe Glave, “los S/. 21 millones sobrevaluados mediante un proceso de encubrimiento, se hicieron pasar como recursos propios y así fueron presentados ante el Congreso de la República”, que el año pasado indagaba por el asunto.

Cabe señalar que, para manejar ese tipo de asuntos Castañeda nombró a Juan Blest como director general de Finanzas el 24 de agosto del 2005 pero con retroactividad al 1 de enero de ese año.

La extraña renovación del contrato

Entonces, el Municipio ya había renovado el contrato por diez años más con Relima, el 4 de agosto, pese a que varios informes legales internos y externos de esa época, dieron cuenta de una larga lista de incumplimientos del contrato de parte de la empresa brasileña. Por eso, la comisión Glave considera ‘irregular’ esa renovación, “dado que la administración municipal (en coordinación con Relima y Comunicore) privilegió los intereses privados en desmedro del interés público”.

Ese mismo 4 de agosto, a partir las 4:30 de la tarde, sucedieron tres acciones en tiempo récord: se aprobó la renovación del contrato en la Comisión de Asuntos Legales, pese a no ser punto de agenda; se aprobó lo mismo en Sesión de Concejo, entre 5:05 de la tarde y 7:20 de la noche; y minutos más tarde, se suscribió el nuevo contrato 2005-2015. Gracias a ello, Relima recibe hoy un pago anual de casi S/. 55 millones por el servicio de limpieza del Cercado de Lima.

Pero en ese 4 de agosto pletórico de eventos ocurrió hasta uno que pareciera paranormal. Y es que la Comisión Glave encontró dos actas de dos reuniones de la Comisión de Asuntos Legales, que habrían ocurrido en el mismo día, la misa hora y el mismo lugar.

La primera acta, No 39, corresponde a una sesión extraordinaria que se inicia a las 3 de la tarde, y no indica como punto de agenda la renovación del contrato; la segunda, No 40, es de una sesión ordinaria que indica que “se continuó tratando el tema de la renovación del contrato”. Extraño, pues en la primera sesión este asunto nunca se trató. Se trata, para la comisión, de dos sesiones superpuestas y con contenidos distintos, en las que, coincidentemente, el teniente alcalde Marco Parra –quien presidía la citada comisión– “pasó a retirarse”.

“En consecuencia –dice el informe final– existen indicios razonables de la comisión del delito de falsificación de documentos, el que, aún de no comprobarse, añadiría un hecho más a favor de la hipótesis sostenida sobre la intención de renovar el contrato de todas maneras, haciendo lo que fuera necesario hacer, incluso si se rompía –como parece haber sucedido- la legalidad”.

Mudo pero despierto

Mientras duraron las negociaciones entre el municipio y Relima, y posteriormente, entre el municipio y Comunicore, todo el manejo financiero estuvo a cargo de Blest, por disposición de Castañeda Lossio.

Pero en los últimos días del 2005, cuando la historia entraba a su fase final y había que tomar decisiones definitivas para concretar la salida del dinero para Relima (y luego, para Comunicore) Castañeda pidió licencia al consejo Municipal, a cuenta de sus vacaciones, y dejó su sillón entre el 9 y el 20 de diciembre.

Entre tanto, el mismo 20 de diciembre, Comunicore le compraba la deuda a Relima y le enviaba al municipio las facturas exigiéndole el pago íntegro y de inmediato. Luego, el 27 de ese mismo mes, el Concejo volvió a conceder al líder ‘solidario’ otra licencia, del 28 de diciembre al 8 de enero del 2006.

Antes de partir, el 27 de diciembre, Castañeda le encargó al gerente financiero Blest, la Gerencia Municipal, la misma que ejerció entre ese día y el 2 de enero del año siguiente, con lo cual tenemos que Blest estuvo a cargo del municipio durante varios días feriados. El hecho es que el martes 3 de enero, primer día hábil del 2006, Comunicore ya recibía los primeros 19 millones en su cuenta. Cinco semanas después, había recibido ya todo el dinero.

IDL-Reporteros intentó ubicar a Luis Castañeda, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible. Con quien sí conversó fue con el ex teniente alcalde, Marco Parra, quien señaló que le delegó funciones a Juan Blest de “manera general”. “La delegación siempre fue de carácter general, no para el caso específico de Comunicore”, señaló. También dijo que no estuvo presente en la “doble sesión” de la Comisión de Asuntos Legales, debido a que nunca asistía.



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