EL PERÚ POR TODAS LAS MUJERES
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Por Rodrigo Rivera Larco
(Foto: Archivo Internet) |
Y fue en el 2016, cuando un país que está entre los primeros lugares de la delincuencia y feminicidio en toda Latinoamérica y el tercer puesto de la violencia sexual a nivel mundial, decide respirar y razonar sobre la vida de sus ciudadanos. Decide salir a las calles y dar todo su aliento por todas las mujeres que siempre han estado ahí, desde niñas tocadas y violadas por un familiar cercano o en muchos masacradas por su pareja. Se busca parar con todo el maltrato y violencia hacia la mujer; los peruanos por primera vez deciden defender y gritar por ellas.
No importa cuál sea tu opción sexual o de qué género seas, es una lucha de todos. Por eso este sábado, 13 de Agosto del 2016, se realizara la marcha de #NiUnaMenos, en busca de defender los derechos y la dignidad que ellas tienen y que nadie debe quebrantar, porque no hay un sexo débil en una sociedad y ni nadie que pueda imponerte nada contra tu voluntad. Si tu madre pudo aguantarte aproximadamente nueve meses en su barriga, ¿por qué no puede tu salir unas horas a marchar por ella y que sea respetada con todos sus derechos?
¿Cuál es el inicio de esta lucha?
Es imposible determinar cuál es el inicio exacto de violencia contra la mujer, que es la razón por la que se está llevando a cabo esta marcha del 13 de Agosto. Desde mucho antes de los inicios de la república donde la población era determinada por sus rasgos físicos, hasta la sociedad estigmatizadora actual donde en pleno Siglo XXI, aún se persiste por encontrar el respeto y protección de todos los derechos de las mujeres peruanas. Pero hay dos hechos claves, muy recientes, que marcaron la indignación de toda la comunidad peruana por significar decisiones absolutamente irregulares: los fallos judiciales en los casos de Arlette Contreras y Lady Guillén.
El caso de Arlette Contreras, se centra en julio del 2015, cuando una noche en un hotel de Ayacucho se puede observar a través de las grabaciones de las cámaras del recinto, como su entonces pareja Adrián Pozo, empuja, arrastra a jalones de cabello, gritos, patadas a Arlette por toda la recepción del hotel. Ella había huido de su habitación porque decía que él iba a violarla y matarla después, si es que no se quedaba callada. Toda esta agresión física e intento de violación sexual está grabado y son pruebas contundentes para poder enviar a Adrián Pozo a la cárcel. ¿Qué sucedió? Adrián, es hijo de Jorge Pozo, un regidor de la municipalidad de Huamanga que aparentemente tiene las influencias suficientes para que el Poder Judicial solo le haya dado a Adrián Pozo un año de prisión suspendida por el delito de “lesiones leves”, aun cuando la acusación principal había sido intento de violación y homicidio. ¿Su papa habrá interferido en algo? Lo más presunto es que sí, porque durante el juicio, Arlette presentó fotos antiguas en las cuales podía observarse a toda la familia Pozo junto a Tatiana Beatriz Pérez, que era justo la presidenta de la Corte de Justicia de Ayacucho.
De otro lado, de forma aún más indignante, está el caso de Lady Guillén. Ella denunció públicamente a su entonces pareja Rony García, por haberla literalmente masacrado a puño limpio cuando estaba desnuda en un baño, hasta el punto de desfigurarle el rostro y con ello cancelar momentáneamente su carrera artística. No cabe duda que el hecho pudo haber tenido peores consecuencias contra la vida de Guillén, ya que solo pudo evitar que la masacre continúe porque logró escapar por la ventana del departamento. La fiscalía pidió 27 años de prisión por el delito de secuestro y violencia familiar, pero un tribunal de la Corte de Justicia del Cono Norte, a pesar de las evidencias solo decidió sancionar a Rony García con 4 años de prisión suspendida por cometer delitos contra la vida, el cuerpo y la salud.
Esto es, sin duda alguna, la peor respuesta de la justicia peruana frente a esta violencia generalizada contra la mujer. Las irregularidades que cometen los magistrados del Poder Judicial afectan –sobre todo- a las víctimas, ya que además de no proporcionar justicia a los ciudadanos, dejan libre a los agresores para que sigan causando ese miedo y temor a la víctima para que siempre esté callada y no pueda expresarse. Señores de sesenta años que abusan de niñas de 8 años y les dejan un trauma psicológico de por vida, padres que no le creen a su propia hija que ha sido abusada sexualmente y hasta creen que ella incito a la violación, hombres que acosan a una mujeres que ven en las calles por su forma de vestirse ; todos ellos están riéndose tranquilamente mientras que todos los días en el Perú, una mujer es golpeada y violada , sufriendo la injusticia de toda un sociedad que vive cegada por el miedo a ser violentada, seguimos viendo a las mujeres como premios y objetos que debemos conseguir. Nos tiene que pasar a nosotros, a nuestras hijas o madres para recién reaccionar y tomar importancia de todo lo sucedida para darse cuenta de que poco puedes hacer si estas solo o no tienes oportunidad de poder hacer escuchar tu voz y denunciar todo al agresor.
Es estos tiempos, donde la población se encuentra preparada salir a ocupar todas las calles unidos por un objetivo común, donde por primera vez en todo el Perú tendremos una marcha por las mujeres, que están organizadas para que más víctimas hablen, denuncien y griten ante una sociedad profundamente enferma, donde se necesitaba la aparición de líderes nacionales que promuevan aún más esta iniciativa como los ministros o hasta la misma vicepresidenta Mercedes Araoz. Pocas veces se ha visto tanta unanimidad en el respaldo a una movilización. Lamentablemente frente a esa unanimidad han aparecido voces como las del cardenal Juan Luis Cipriani que lo único que han generado es el repudio de la población.
Lo Peor de la Religión: Juan Luis Cipriani
Aquel que una vez llamó “cojudez” a todos los derechos humanos y a los organismos que velan por su protección o que ha llegado hasta a ser denunciado por cometer presuntos delitos de los abusos descubiertos en la agrupación del Sodalicio, como la complicidad de violación de menores o la obstrucción de justicia hacia ellos, ha tenido otra declaración no “polémica” como algunos periódicos lo caracterizaron, sino un pronunciamiento completamente equivocado y desastroso.
El arzobispo de Lima, la persona que se encuentra en el escalón más alto de la jerarquía de la Iglesia Católica en el país, declaró que los medios de comunicación difunden constantemente la violencia contra la mujer, y que toda va generando una situación de embarazos infantiles que producen abortos frecuentes en las niñas, pero por la razón de que “son muchas veces porque la mujer se pone como que en un escaparate, provocando “¿Pero acaso esto es realmente cierto? ¿Una niña que se vuelve madre entre 11 a 14 años, que son los casos más naturalizados, tendrá la madurez o el razonamiento adecuado de ponerse en algún tipo de escaparate para insinuar algún tipo que abuso sexual? De ninguna manera, es absurdo considerar eso. Como dice la Ministra de la Mujer, Ana María Romero, el único escaparate que conocen es el de la violación, vergüenza y humillación. ¿No es la culpa de los hombres la violencia sexual que se produce? ¿Acaso no somos nosotros que nos aprovechamos de nuestra fuerza y creemos poder manipular a quien sea? Decir que las mujeres provocan la violación equivale a señalar que todos los hombres somos violadores, solo tendría que existir alguna supuesta “provocación” para que el hombre deje llevar por sus “perversiones”
Además, no se debe ni puede promover de ninguna manera en el imaginario público, mucho más si eres un líder con bastante influencia como Cipriani, declarar que las mujeres provocan la violencia. Sabiendo de que solo en los últimos 5 meses de este año se han reportado casi 6 mil casos de violencia familiar y sexual.
¿Por qué participar?
Por la simple razón de que callar NO es una opción. Si no luchamos por nosotros mismos ¿quién lo hará? Tenemos que ir mas allá de nuestro conformismo habitual, denunciar lo ocurrido, dejar los sentimientos de vergüenza y de sentirse expuesta cuando salimos a las calles. Porque las mujeres tienen derecho a vivir tranquilas, “No pasamos por este lado porque hay obreros” “No usamos short o falda porque nos gritan “puta” “No debe existir alguna razón porque limitar la vida de las personas o es que ¿acaso tenemos que esperar una muerte más para recién reaccionar y salir a defender a nuestro derechos?
Siempre se busca que mujeres sigan una personalidad idéntica y estándar por el bien de lo “correcto” de la sociedad. “Depílate las axilas porque se ve feo” o “Debes peinarte y vístete como decente”. Como un comando en todos nosotros, siempre decimos que hacer a las mujeres, y les guste o no deben cumplirlo. ¿Y si no quiero hacerte caso? ¿Y si quisieran decidir por sí solas y ejercer su derecho a libertad de expresión? Comienzan a suceder más maltratos hacia ellas y así es como los casos de Arlette o Lady Guillen, se vuelven similares a sus propias vidas. A veces no tan al extremos de tener una cara desfigurada, pero si con el sentimiento de que alguien más aún cree que es superior a ti.
Este 13 de Agosto, será por todas, es contra la violencia que sufren todas las mujeres, si bien hay diversas formas de producirse, es la agresión contra ellas la que debe estar en el centro de atención pública, es una violencia extendida, normalizada y letal. El miedo a ser asesinadas, al ser golpeadas y ver sufrir a toda su familia por su culpa de haber dejado a su pareja tiene que terminar. Este 13 es la lucha de ellas que todos debemos asumir. Contra la violencia en general podemos machar otro día. Pero este domingo ni una menos será maltratada, porque cuando tocan a una, tocan a todas.
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